-PARPADOS:
Una semana rara. Ya lo dijimos antes, hubo una época en que la cirugía plástica era algo privado, íntimo. Pero ya un presidenciable lo ha hecho confeso. Es seguro que no es el primero. La novedad es lo público. Con los puntos puestos asistir a Palacio. Lo interesante es el símbolo; no solamente el hecho de un líder de oposición entrando a La Moneda, sino el mismo hecho de cambiar de párpados. Ha hecho un chiste diciendo que es una manera de aportar caras nuevas a la política. Siempre ha tenido buen humor y respuestas rápidas. Resulta preocupante que las caras nuevas no sean nuevas, eso sí, sino que producto de intervenciones de rediseño, máscaras de juventud para lo mismo de antes. O quizás abra los ojos ante un país que puede que hayamos estado mirando con los ojos entrecerrados, como la mirada de los cowboys del cine, siempre deslumbrados por el sol. Así como la educación, que quizá no hemos visto con los ojos abiertos y hemos actuado a ciegas. Quizás hay que abrir los ojos.
Operarse de los párpados puede ser un castigo terrible. En algún libro leía sobre la tortura de arrancarles los párpados a las víctimas para que nunca pudieran dormir, obligados a ver todo el tiempo el mundo y sus males y bellezas. Al final, la crueldad de una visión permanente. Como los noticieros de la televisión, que ciertamente provocan pánico ante su mezcla frecuente entre delincuencia desatada y fútbol. En un libro hermoso, el "Diccionario Jázaro", de Milorad Pavic, una princesa dormía con una letra letal dibujada en los párpados. Nadie podía acercársele, pues leería en esos párpados el signo mortal. La vestían criadas ciegas.
Los párpados son protección, son visera, son limpieza del ojo. Ciertamente se van cayendo, como casi todo.
Ciertamente una manera de protegerse es la magia quirúrgica. Cirugía de cuerpos y almas. Si realmente existiera un diccionario de símbolos oníricos, buscaría qué quiere decir abrirse los párpados. Para saber qué inquietos mensajes están en el aire. Sabemos que salud y educación son temas que no resuelve un sistema de libre mercado. Legislar sobre esos temas es hacerlo, en nuestros tiempos neoliberales, equilibrándose sobre el filo de la navaja.
Qué queremos ver y qué no queremos ver. Lamentablemente, la cirugía plástica parece estar más al servicio de cómo queremos que nos vean. Nuevos, parece, renovados. Esa renovación que querríamos que fuera tan profunda. Hace mucho tiempo lo hizo Julio Iglesias y confesó que tuvo problemas con el nervio "óptico", lo que de haber sucedido en realidad lo habría dejado ciego. Ahora alguien me contó que todos los políticos quieren operarse de algo. Pronto los veremos intervenidos para el cambio que parece que no puede producirse sino como una estrategia de diseño, de maquillaje profundo, como es intervenir la misma carne. Entregar el cuerpo al sueño del espíritu. Ciertamente hay muchos que se operan para integrar una juventud interior con un exterior decaído. Ignoro cuál será el caso de tanto político operándose en el futuro. Porque si algo tiene el presidenciable es visión de futuro. Trabaja en eso, es su fundación. ¿Lo verá hoy mejor en esta política de ojos abiertos?
JP KRUEGER MYERS.
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